El exjugador del Cacique y seleccionado nacional pasa sus días como conductor luego de alejarse del fútbol.
En 2006, el Colo Colo de Claudio Borghi era una máquina que casi logró la obtención de Copa Sudamericana. Aquel plantel estaba compuesto por figuras de la talla de Claudio Bravo, Alexis Sánchez y Arturo Vidal, por mencionar solo a algunos, pero también, había un volante de grandes cualidades y de gran trayectoria en el fútbol chileno.
Se trata de Moisés Villarroel, jugador que años antes de llegar al Cacique, fue seleccionado nacional en varios procesos, disputando incluso el Mundial de Francia 98 y las Copas América del 97, 99, 2001 y 2004.
Aquel talentoso jugador, quien obtuviera 5 títulos con los albos y uno con Santiago Wanderers, hoy se gana la vida de forma muy diferente a la que estaba acostumbrado. Lejos de la pelota.
Tras su último paso como DT de los «Caturros», club del que es hincha y donde se formó como futbolista, dejó varias declaraciones sorpresivas en conversación con Deportes 13.
«A mí la verdad que no se me cae la corona por trabajar en Uber, no se me caen mis principios. Tengo muy claro que el trabajo dignifica. Por lo menos, para mí esto es un trabajo, una posibilidad de que la gente pueda moverse», expresó.
Además, se refirió a la gran cantidad de técnicos trasandinos que hay en el fútbol chileno «Lamentablemente, en los últimos años el fútbol chileno se ha nutrido de muchos colegas argentinos. Eso ha mermado la posibilidad de que el técnico nacional pueda tener más posibilidades», apuntó.
«No tengo idea por qué pasa, sabiendo que en Chile tenemos buenos técnicos salidos del INAF, uno de los institutos con mayor prestigio en Sudamérica. Esperemos que cuando se abran las puertas podamos aprovechar las oportunidades al máximo», sentenció.