El hombre fue a presenciar el encuentro ante el Real Madrid de Iván Zamorano, sin imaginar que ese día cambiaría su vida.
La tarde de este viernes, miles de hinchas de Colo Colo dieron vida a un nuevo arengazo en el Estadio Monumental de cara a lo que será el clásico contra la UC de este domingo. Sin embargo, ocurrió una grave tragedia que, por fortuna, no tuvo consecuencias graves que lamentar.
Mientras los fanáticos llenaban el sector cordillera del estadio, algunos hinchas subieron a las techumbres de dicho sector como es de costumbre. Sin embargo, la estructura terminó cediendo, y cayendo sobre las personas que estaban ahí alentando al equipo, además de lógicamente caerse quienes estaban arriba.
Dicha tragedia, por fortuna, no tuvo heridos de gravedad, ni gente en riesgo vital ni tampoco fallecimientos que lamentar. Lo que sí, la «gracia» podría salir más cara de lo esperado, debido a que se desconoce si el encuentro entre albos y «Cruzados» se jugará.
Esta tragedia no es primera vez que ocurre, ya que en 1993, cuando el poderoso Real Madrid junto a Iván Zamorano vinieron al Monumental para enfrentar a los albos (y también a la U), ocurrió un hecho calcado a lo ocurrido la tarde de este viernes, aunque en aquella ocasión, la cifra de heridos llegó a 77, e incluso hubo una persona fallecida.
Uno de los hinchas que estuvo presente en dicha ocasión fue Carlos González, quien a sus 23 (en el 93) años, seguía al Cacique por todos lados.
En 2013, aquel hincha fue entrevistado por EMOL, recordando la tragedia que se vivió aquel día en Macul: «Yo estaba abajo cuando se me vino la marquesina encima. Cuando nos dimos cuenta no teníamos dónde arrancar. Yo creo que fue el destino».
Producto de este accidente, Carlos no pudo volver a caminar nunca más debido a la rotura de dos de sus vértebras. De igual forma, el fanático albo logró reponerse de la situación y salir adelante.
«Soy una persona que siempre he tenido un espíritu de lucha. Independiente que de repente suceden cosas en la vida, hay que mirar al frente. Creo que la vida hay que vivirla para poder contarla, esa es mi filosofía para sobrevivir», contó.